domingo, 6 de marzo de 2016







UNIVERSIDAD FERMÍN TORO
VICERRECTORADO ACADÉMICO
DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
MAESTRÍA EN GERENCIA EMPRESARIAL








TOMA DE DECISIONES

MODELO RACIONAL

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A medida que el ser humano se relaciona y desarrolla, va creando en su haber de conocimientos experiencias adquiridas a través de la práctica, teorías o actividades empíricas que le permite desplegarse en la sociedad, si se analiza desde el punto de vista de la gerencia, el primer momento científico de la aprehensión del conocimiento es con la universalidad de saberes que le proporcionan los estudios de pregrado a un profesional, con ello, se incrementa con la puesta en práctica de esa universalidad en el contexto laboral y gerencial, a esto se le suma otras prácticas de aprendizaje que desarrolle, para que finalmente se convierta en un proceso cíclico, el cual es ejercido en cada criterio técnico propio que se va formando el gerente con ideas claras, uniformes, lógicos y secuenciales.




            La persona convertida en gerente se va formando opiniones, dictámenes en cada etapa y fase del proceso gerencial, es el primer logro que se alcanza dentro de esa trayectoria, para corroborarlo si se siente curiosidad, solo debe observarse la gestión que ésta ejerce, si los resultados son óptimos y aceptables en el cumplimiento de las metas se está en presencia de una sana gestión, si por el contrario es una nefasta administración en la desviación de los objetivos - metas de manera improvisada, la persona se encuentra en la fase de descubrir y crear un pensamiento lógico, individual  y racional, cuya materialización son decisiones inmediatas y aceptadas.

 
             La toma de decisiones es una práctica de escoger entre una diversidad de alternativas, la opción que contribuya a la resolución del flagelo, según Hellriegel y Slocum (2004), la toma de decisiones es “el proceso de definición de problemas, recopilación de datos, generación de alternativas, y selección de un curso de acción”, por otra parte Stoner, (2003), la define como “el proceso para identificar y solucionar un curso de acciones para resolver un  problema específico“.

           

La puesta en práctica de las decisiones se puede denotar en la aplicación de los distintos modelo, el cual es un paradigma, estilo o representación que adapta el decidor en un momento dado, actuar conforme a un modelo en la toma de decisiones, le facilita al gerente disminuir los riesgos, aplicar los principios de economía en el tiempo y el esfuerzo analítico que requiere cada decisiones. Si la decisión es no programa requiere un estudio previo a las alternativas y a las posibles consecuencias que generaría una acción, si por el contrario es una decisión programa o rutinaria, puede realizarse de forma automática y menos razonable. Para ello se analizará el modelo racional en la toma de decisiones y las implicaciones que tiene aplicar en la gerencia su uso.

            El modelo racional lo aplica el decidor para alcanzar los resultandos óptimos de la empresa, cada decisión que toma lo hace con estricto apego a los análisis correlativos lógicos del pensamiento, obtenido a través del racionamiento suficientemente fundamentado, con la finalidad de obtener el cumplimiento de los objetivos a través de acciones acertadas. Cuando se está en presencia de este modelo, el gerente se acoge a las percepciones de la realidad a través de la convicción que le facilita la observación por medio de sus sentidos.

            

Este modelo posee beneficios, el cual se caracteriza por contribuir en el cumplimiento de los objetivos y metas de la organización, por definir suficientemente el flagelo a ser solventado, recabar minuciosa la información, para analizar cada datos que constituye el problema, y si satisfacen los requerimientos mínimos que se constituyeron, para que finalmente se evalúe las distintas alternativas que favorecen la resolución de la situación y tomar la mejor opción, el modelo aplicado siempre tiene presente y considera las consecuencias que va a tener la decisión tomada.

            Su uso implica un mayor número de tiempo, necesita datos difíciles de obtener, la decisión puede quedar desfasada si varía la situación, el gerente puede que actúe para el momento en que las metas son vagas o contradictorias, si se aplica la primera opción a los fines de dar satisfacción, implicaría cambiar las metas establecidas. Estas limitaciones son recogidas por los autores Hebert Simon y James March, al referirse que ninguna decisión racional puede ser optima y perfecta, solo aplica la satisfacción del decidor si la misma se acopla o acomoda a la situación esperada, dicha teoría obedece a que las personas carecen de toda la información necesaria, así como de capacidades imperfectas para manejar un cúmulo amplio y sustentado de todos los requerimiento de la información que guarde relación con la decisión, es cuando se está en presencia del modelo de la racionalidad limitada o modelo satisfactorio.



            Con estas premisas se puede concluir que tomar decisiones debe entenderse como el proceso en el que se materializa los actos y acciones para la consecución de los objetivos; si los resultados son óptimos y acertado, las decisiones están siendo tomadas con conocimientos amplios sobre la materia, sin dilación y con racionamiento, pero si son resultados abrumadores en el que las metas son inalcanzables y con el ella el incumplimientos de objetivos, es momento de revisar bajo que parámetros y estilo se está decidiendo, si son decisiones que el gerente debe tomar en un contexto político por ejemplo, donde se basa en la satisfacción personal, y no un estilo racional, donde lo individual queda en un segundo plano para que prevalezca el estudio lógico y racional para la resolución de la situación, es ahí donde el decidor debe adaptar su criterio y formación a las cualidades que presenta el problema.

            El secreto radica que el gerente conozca cuáles son sus atributos y limitaciones, tener confianza en sí mismos, ya que en alguna fase o etapas del proceso gerencial puede contar con limitaciones especificas en caso concreto, lo que no puede permitir que la excepción se convierta en la regla, y sucumba en un mundo de indecisiones donde la oportunidad se conviertan en dilaciones permanentes, ya que implica que ese estilo sea percibido por el resto del nivel de la organización, acumulando e incrementando para ello prejuicios que perjudican a la organización en pleno.


En síntesis, el modelo racional debe utilizarse en la medida que sea factible, sin esperar que sea la única o ni siquiera la guía principal en la toma de muchas decisiones organizacionales.





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